JALÓN DE CAMEROS

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Como os decía anteriormente, en Jalón, los muchachos y muchachas pasábamos gran parte de nuestro tiempo libre jugando, así que os contaré algún juego más que ocupaban nuestros ratos de ocio.

Para comenzar os explicaré una manera que teníamos de echar a suertes. Nos poníamos todos en circulo, uno cualquiera comenzaba a contar muy deprisa 1, 2, 3, ... y otro de los que estabamos en el circulo, cuando le parecía, gritaba !ya!, el que estaba cantando paraba, diciendo un número seguido a cada uno hasta que llegaba al que le había mandado parar, (él también entraba en el conteo). Al que le tocaba el número determinado, se la quedaba en el juego.

Una vez echado a suertes, el que se la quedaba tenía que pillar a los demás, en este juego; había que pillarlos en sitios llanos porque si lo pillaba en una altura, piedra, poyo, ... no valía. Una vez pillado, se esperaba a que pillasen a los demés comenzando de nuevo el mismo juego u otro, cosa que generalmente ocurría.

Enseguida aparecían discusiones por la altura de la "casa" utilizada.

Este juego es parecido al anterior con la variante de que te podían pillar en cualquier parte. Estos juegos también tenían otra variante, LA SOGA, que consistía en que el pillado se unía con el perseguidor con la mano, de esta manera se iba formando una soga hasta que se pillaba al último, acabando todos los jugadores unidos por las manos.

En el pedo-alturitas también existía otra variante, cuando eras pillado te quedabas inmóvil en el sitio y diciendo "libre". Por supuesto el que se la quedaba hacía todo lo posible para que no librara nadie.

Ahora comenzaré explicando el juego de Jabalíes.

Era un juego de muchachos, se jugaba por los zarzales que había por el callejón de la iglesia, de las Serranes, del prado o de la carretera.

Los muchachos mayores eran los que hacían de jabalíes, los pequeños de cazadores y los más pequeños de perros.

Las armas eran: tirachinas, una vara o simplemente piedras (pequeñitas).

El juego consistía; los "jabalíes" se escondían, "los perros" los buscaban y les hacían salir de la "selva". Los cazadores esperaban camuflados en la "postura" y al pasar los "jabalíes" les pegaban todos los "tiros" que podían.

Los "tiros" había que darlos en la espalda, en el pecho o en el abdomen, si te daban en los brazos o las piernas te dejaban "herido" y el "jabalí" tenía que ir cojeando. Si te daban en la cabeza no valía y por lo general, como el "jabalí" era mayor que el cazador te pegaba, "EL PEZ GRANDE SE COME AL PEQUEÑO".

Según el tiempo que disponíamos para jugar y el número de jugadores, se pactaban el número de tiros, y así se iba a dos, tres o cuatro o más tiros. Esto quiere decir que te tenían que dar 2, 3, 4, ... pedradas o palos con la vara, entonces estabas "muerto", o sea, cazado y para el jabalí el juego había terminado, y tenías que esperar a que cazasen a todos. Las esperas solían ocuparse en meterse con las muchachas fastidiándoles sus juegos.

Estas aventuras solían terminar en desventuras ya que muchos tenemos alguna piquera en la cabeza.

Ahora va un juego de muchachas, la soga.

A la soga se ha saltado siempre, yo me acuerdo de:
EL CARTERO.-
Estaban dando a la soga dos, otra se metía a saltar, todas cantaban "DONDE ESTA EL CARTERO, QUE CARTAS TRAERA ..." la que hacía de cartero se metía a saltar y saltando las dos juntas decían: "TAN, TAN." La primera contestaba "Quién?", respuesta: "El Cartero", pregunta: "Qué quiere?", respuesta del cartero: un número de cartas. 5, 8, 12, ... y cantando todas las muchachas se contaban y saltaban el número de cartas que se habían dicho. Al terminar las cartas, la primera que había entrado a saltar se salía de la soga y entraba a saltar haciendo de cartero otra muchacha, así hasta que una hacía mala y se ponía a dar a la soga.

Otra cosa que recuerdo es: dos muchachas dando a la soga, otra se ponía a saltar, dejaba caer el pañuelo al suelo, lo volvía a coger y se salía; todo esto lo hacía sin dejar de saltar al tiempo que todas las que jugaban cantaban: SOY LA REINA DE LOS MARES, SEÑORES LO VAN A VER, TIRO MI PAÑUELO AL AGUA Y LO VUELVO A RECOGER.

Otro juego de la soga era dar despacio la soga, saltarla por encima, cada vez un poco más alta la soga hasta que alguien hacía mala.

También aquí cantaban algo las muchachas, pero ya no me acuerdo (perdonad). En cuanto a la forma de dar a la soga recuerdo:
MORCILLA se daba muy flojo, no había manera de saltar bien. Otra forma de dar era:
CHORIZO que era dar muy fuerte y muy deprisa.