Reportaje
08 de Abril de 2020
Rubén Sáenz
El sapo corredor.
-
Comenzada la primavera, el sapo corredor sale de su refugio invernal para comenzar el cortejo y posterior apareo.
El sapo corredor (Epidalea calamita) es una especie monotípica del género Epidalea. Es un anfibio anuro de la familia Bufonidae.
-
Se distingue del sapo común por una línea amarilla o verde claro longitudinal en la mitad de la espalda. Cuerpo rechoncho y muy verrugoso; glándulas parotídeas paralelas. Tienen patas relativamente largas que le dan su distintivo andar en contraste con los movimientos de salto de muchas otras especies de sapos.
-
Sapo de entre 5 y 6 cm de longitud, con máximos en las hembras de 9,5 cm y en los machos de 9 cm. Muy raramente alcanzan los 12 cm.
Su llamada de apareamiento es muy fuerte y distintiva que se repite sin descanso, amplificada por el saco vocal bajo el mentón, que les permite reunirse a pesar de encontrarse en poblaciones pequeñas. -
Cada hembra puede depositar varios miles de huevos, formando «ristras» en charcas. La puesta en la charca necesita tener un ligero gradiente de profundidad, con vegetación rala en las orillas y en el agua
Se encuentra catalogada su conservación en la lista roja de especies amenazadas de la UICN bajo preocupación menor.